Fue en 2007 cuando el fabricante de automóviles Mazda presentó en el Salón del Automóvil de Detroit el Furai, término que significa "sonido del viento" en japonés. Mazda celebraba así el 40 aniversario de su primer modelo con motor rotativo.
Con este prototipo, Mazda mostraba el futuro del nuevo design del fabricante japonés, el llamado "Nagare", un estilo que se adaptó a la producción en serie en los años siguientes.
Pero Mazda Furai fue más allá de un puro estudio estilístico para convertirse en una especie de laboratorio móvil de 300 km/h en el que cada detalle tenía un papel funcional específico.
Equipado con un motor Wankel R20B de tres rotores alimentado por bioetanol, era capaz de desarrollar una potencia de 450 CV.
Corría el año 2007 cuando el fabricante de automóviles Mazda presentó en el salón del automóvil Detroit el Furai, término que significa "sonido del viento" en japonés. Mazda celebraba así el 40 aniversario de su primer modelo con motor rotativo.
Con este prototipo Mazda mostró el futuro del nuevo diseño del fabricante de automóviles japonés, el denominado "Nagare", un estilo que posteriormente se adaptó a la producción en serie en los años siguientes.
Pero Mazda Furai fue más allá de un puro estudio estilístico para convertirse en una especie de laboratorio móvil de 300 km/h en el que cada detalle tenía un papel funcional específico.
Equipado con un motor Wankel R20B de tres rotores alimentado por bioetanol, era capaz de desarrollar 450 CV. Mazda miraba así al futuro, pero siempre con la vista puesta en el medio ambiente y los combustibles alternativos.
El motor rotativo Wankel se heredó del Mazda 787B ganador de las 24 Horas de Le Mans en 1991. El número "55" en el capó delantero y los laterales, la apertura especial de las puertas y el color naranja que aparece en las bandas laterales, el alerón y el difusor trasero son un homenaje al número de carrera y el color predominante de Mazda 787B.